Los anillos de compromiso han dejado una huella a lo largo de diversas generaciones y culturas, desde los romanos y egipcios hasta los griegos. En sus inicios, confeccionados con materiales como cuero, hueso y marfil, estos anillos sencillos simbolizaban el compromiso y el amor en parejas.
La arraigada tradición de llevar el anillo de compromiso en el dedo anular izquierdo, basada en la conexión directa de la "vena amoris con el corazón", perdura desde la antigua cultura egipcia hasta la actualidad, trascendiendo culturas y religiones.
En la Roma antigua, los anillos de compromiso representaban un pacto de compromiso y lealtad, otorgándole tanto a la novia como al padre. Sin embargo, solo a la futura esposa se le colocaba el anillo en el dedo anular.
Con el transcurso del tiempo, la joyería ha experimentado notables cambios en los diseños, materiales y gemas utilizados en la elaboración de anillos de compromiso. La evolución ha dado paso a nuevos estilos que incorporan gemas preciosas y semipreciosas de forma vanguardista.